Hola,
Como te dije, me quedo sin palabras ante esta carta. Como te dije la otra vez, para un hombre que silenciosamente alardea de su capacidad de “palabras”, últimamente me veo corto sin saber que decir. En algunas ocasiones ha sido porque simplemente no he querido decir nada para no terminar llorando. No soy emocional, pero eso no significa que no tenga sentimientos.
Me quedo sorprendido al ver el efecto que tienen estas memorias en vos. Nunca me hubiera imaginado que tenías todas estas cosas “archivadas” (reprimidas). Hubo muchas cosas entre nosotros, no solo sexo. Hubo momentos donde me contabas tus cosas, yo te contaba cosas mías. Momentos donde caminábamos, nos reíamos, momentos donde peleábamos, otros momentos en familia, en fin, hubo muchas más cosas de las que crees. Si junto todo el tiempo en el que estuvimos activamente hablando, esa suma me daría por lo menos un año. Un año es mucho tiempo. Si lo comparo al tiempo que realmente pasamos juntos, sería un mes entero. En un solo mes tuvimos tanta historia tan intensa que aun años después seguimos hablando de esos días. Tengo que confesar que hay algunas cosas vagas en mi mente, pero estoy seguro de que en algún momento van a ser recordadas con claridad.
Nunca pensé que fueras inmadura, si eras infantil, pero eso es otra cosa. El caso es que nunca pensé que fueras una persona difícil de soportar, me encantaba pasar tiempo con vos. Yo sabía que el tiempo era limitado y por eso trataba de disfrutarlo al máximo. Creo que la diferencia entre los dos no ha sido solo la edad, si no muchas otras cosas que te he ido contando. A mí me maduraron biche porque fui expuesto a cosas que no eran para mi edad. Ahora a esta edad, pienso que para muchas de esas cosas no hay edad, ya que gente mayor no han podido manejar situaciones así. Al punto que quiero ir, es que tal vez en ese tiempo mi visión de la situación era más amplia que la tuya. Hoy en día creo que estamos a la par ya que te has caído y te has levantado, y gracias a eso, podemos ver las cosas desde el mismo ángulo – o por lo menos estar en desacuerdo sin pelear jajaja.
No te lo dije, pero cuando viniste y fuiste así tan cortante, me daban ganas de llamar a “nuestro amigo en común” todas las mañanas para preguntarle bobadas jajaja por eso le daba sugerencias de lugares donde ir para que te llevara. Ese restaurante mexicano es uno de mis favoritos cuando estoy en esa área. Él me dijo que te encanto.
Tu viaje era necesario. Te hacía falta espacio, tiempo, un aire nuevo, comida diferente, gente diferente, y, sobre todo, ver al que nunca te trato mal. Tengo que confesar que en tu tiempo eras grosera y mal hablada, y aun con eso y todo, nunca fui descortés. No quiero decir que no tuve fallas, porque las tengo, pero nunca respondo o pago con la misma moneda como dicen. Hiciste ese viaje para ver hombres que te trataran con amor y respeto. Creo que, si me hubieras dicho algo, me hubiera quedado callado. Era evidente el mar de amargura por el que estabas pasando, y no creo que haber actuado en ese momento, hubiera sido saludable. Como te lo dije, para mi esta primero verte feliz.
¿De verdad yo he estado en tu corazón durante tus relaciones? Yo sé que eso no fue lo que dijiste, pero es lo que yo pregunto. Si han pasado un montón de cosas, buenas y malas. Creo que ahora tal vez tenemos la madurez para llevar las cosas de una manera mejor. Honestamente no sé cómo definir mejor, pero creo que podemos ir al paso. Como te dije antes, nunca pensé que fueras inmadura. Cuando me decías cosas hirientes, simplemente pensaba que estabas dolida o fastidiada por mí. Hoy veo que simplemente no se podía en ese tiempo por impedimentos que no podíamos controlar. Ahora hay situaciones que las llevamos y punto, sabemos lo que hay, y nos amamos, punto (¡como decís vos!). Sabes lo que hay en mi corazón.
Te amo