¿Cuántos podemos dar fe de que hacemos lo mejor que podemos con nuestro tiempo? ¿A que dedicamos el tiempo? ¿Cuánto tiempo tenemos de sobra? O ¿Cuánto tiempo nos queda? Todos sabemos el día que nacimos, pero no el día que morimos. A no ser que una persona atente contra su propia vida – o juegue y arriesgue su vida – en realidad no sabe cuanto tiempo tiene. Dice la Biblia que el día y la hora nadie lo sabe, esto es una referencia a la 2da venida de Jesús, pero también la podemos como referencia al tiempo que tenemos y cuando se terminara.
La pregunta que verdaderamente resalta es ¿sabemos el valor del tiempo? Muchos van por la vida desperdiciando el tiempo. Lo dedica a la vagancia, al degenero, al descuido y la pereza. Otros lo invierten en peleas, odios, rabias y rencores. Caronte odió hasta que se dio cuenta que estaba enferma, cuando ya se dio cuenta que su tiempo estaba por terminar. No debería ser así. No entiendo por que muchos esperan hasta el final para hacer algo al respecto. Muchos dedican todas sus fuerzas a rabias y odios que nada dejan. Tuve la oportunidad y mala experiencia de ver a otros darse cuenta de su final y querer cambiarlo todo en ese momento cuando ya era tarde. ¿Por qué los seres humanos tenemos que estar así del precipicio para que querer mejorar? No cambiar, mejorar, cuando ya para que.
Estoy joven aun, y he cometido errores, no lo niego, pero debo decir que he querido hacer lo mejor que pueda con mi tiempo. Temprano en el camino me di cuenta de que es mejor dejar la rabia a un lado, que, si una situación no tiene arreglo, es mejor dejarla. En vez de pelear, quiero construir. Si en este instante pudiera hacer el mejor uso de mi tiempo, seria para darle consuelo a Fermina y poder parar esta guerra inútil donde ninguno vamos a ganar. Dada la oportunidad, usaría mi tiempo para perdonar y pedir perdón, y poder tener la oportunidad de amar. En este mismo instante, cuando salga este post, a muchos de mi familia se les esta acabando el tiempo. A unos por viejos, a otros por mala salud. A ellas quisiera decirles que las amo, que le pido a Dios que las sane según Su perfecta voluntad.
Es verdad que hay cierta frustración. A pesar de que quisiera hacer ciertas cosas con mi tiempo, debo tener en cuenta el factor humano, ese del otro lado, donde probablemente el tiempo sea usado para preocupaciones, peleas, miedos y rabias. A ti te digo, que no tengo rabia, nunca la he tenido. He sentido frustración, he tenido molestias, he tenido dolor, pero no te he dejado de amar. No tengo nada que perdonarte, pero si sientas la necesidad de sentir el poder sanador que hay en el perdón, entonces, te perdono.
Aunque no pueda usar mi tiempo en la manera que mejor quisiera, encuentro que esta es la mejor manera de usar mi valioso tiempo.
Eclesiastés
1 Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
2 Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
3 tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
4 tiempo de llorar, y tiempo de reír; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
5 tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
6 tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
7 tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
8 tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
11 todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.