¡La niña de los ojos lindos… ósea la niña linda… ósea vos Fermina Daza!
Esta es la del día de hoy y va con cierta inspiración.
Vos me encantas, así de simple y sencillo es. Lo que más me gusta es que hace años vi algo y lo admiré. Tanto lo admiré, que pude ver cuál era su fuente. Esa mezcla de esos genes que te componen, más el entorno, más lo que Dios dispuso para vos, suman una persona a la cual no le conozco una similar.
No puedo negar mi admiración por vos y ver la persona que sos hoy en día. La extensión y plenitud de las palabras que hablas con tanta sencillez. Especialmente la ternura que con la que te dirigís hacia mí, crean en mi un gusto mayor por saber más y más de vos. Como te dije en una carta anterior, estos 8 años sirvieron para que fuéramos moldeados. Por eso hoy en día creo que cada vez descubrimos algo nuevo. En muchos casos, no tan nuevo, pero si más desarrollado. Había cosas que siempre estuvieron ahí, y las vimos, pero hoy en día, verdaderamente las vemos. La mujer que sos, el hombre que soy. Hay muchas cosas que me gustan, como tu madurez, esa dedicación por tu hija, tus ganas de mejorar y sobresalir. Estas me encantan, pero además de esas, hay otras que provocan en mi algo diferente, como la honestidad de tus sentimientos, no masticas palabras, sos precisa y al punto, tu prontitud para tomar acción, y tu manera de analizar una situación. La lista se alarga al pasar de los días.
Hay momentos en los cuales me quedo viendo fotos de tu niñez y trato de recordar con claridad como eras hace 8 años, o mejor dicho, trato de tener una imagen clara de cómo eras entre tus 16 a tus 18. Después de que tengo una imagen clara, veo tus fotos de hoy en día, sobre todo los videos, y vuelvo a pensar en lo que admiré hace años atrás. Jamás me imagine que iba a tener la oportunidad de poder probarlo de primera mano. De ser testigo directo de muchas de las cosas que me imagine y ver lo que son hoy en día. Siempre supe que tenías talentos y dones bellísimos. En ese tiempo me preguntaba si iba a tener la oportunidad de verlos. Tiempo después – poco tiempo después – recibí la respuesta, y fue rotundamente no, que no las iba a ver. Por la voluntad de Dios, tuve que quedarme aquí quieto 8 largos años. El Señor tenía que obrar en mi vida para no perderla, y aun lo sigue haciendo. Me perdí muchas cosas, me perdí el desarrollo, lo que costo para que algunas cosas fueran lo que son hoy en día. En un tiempo, hace años atrás, quería verte y hablarte porque sabía que me necesitabas, y decidí tomar acción, pero luego me frené. Luego cuando tuve oportunidad de hablarte, me trataste con desprecio. Esto solo confirmo ese NO rotundo. Pero, no tome en cuenta, que la vida da muchas vueltas. Si hace 8 años atrás, en ese enero, si me hubieran preguntado que en cuanto tiempo te iba a volver a ver, yo hubiera dicho en, más o menos, un mes. Si alguien me hubiera dicho que iba a tomar todo este tiempo, me hubiera reído y le hubiera pedido que me dejara fumar de esa pipa.
Hoy, especialmente hoy, y en estos últimos 36 días en los cuales hemos hablado casi a diario, he visto poco a poco todas esas cosas que había visto. Entre las primeras, tus ojos… Cuando nacemos, el desarrollo total de nuestros ojos es del 40%. Por eso es que cuando somos niños, somos ojones (La mayoría). Tus ojos, aunque opacos en esos días, me miraban y vi que ya no eran los ojos juguetones de una adolescente salvaje con ganas de amar. Eran los ojos de una mujer con ganas de ser amada. Aunque no hubiera mucha expresión en ellos – lo cual me dolía – no significaba que no fueran hermosos. ¡Que ojos! ¡Qué manera de mirarme cuando la miraba! Que ganas de besarlos, mas ahora, que ha vuelto su brillo, y MAS, porque ese brillo es por mí. Tu físico, yo era loco con vos entre tus 15 a tus 18, especialmente en tus 18. En ese tiempo pensé “ella va a ser una muñeca cuando tenga mi edad”, en ese tiempo yo tenía 26. ¡QUE COSAS! La volví a ver cuándo tenía 26 y vi que su físico ya no era el de una niña, sino el de una mujer PRECIOSISIMA. ¡Vos dirás… “este man está muy tragado”, bueno SI! Pero no era por eso que podía ver esa belleza. Así como vos me tomas fotos cuando hablamos por cámara sin que yo me dé cuenta, así mismo te admiré (admiro) y te hice (hago) mía en mi mente sin que te dieras (des) cuenta…. Tengo que hacer un alto, porque si es por lo físico, no paro y se me pierde el norte de la carta….
Continuando con los cambios y en una nueva línea, tu mente me deja cada vez más asombrado. El crecimiento que has tenido en estos años todavía no lo puedo medir. Años atrás pensé que cuando estuvieras más grande ibas a ser una mujer sin igual. Siempre pensé que ibas a poseer una madurez envidiable. Siempre supe que ibas a tener una carrera, que te ibas a graduar de la universidad, que ibas a estar entre los más destacados y sobresalientes. Sabía que te ibas a caer – porque todos caemos – pero sabía, sin duda alguna, que te ibas a parar. En otra carta te dije que tu cuerpo pequeño no manifiesta la grandeza de tu espíritu. Siento ganas de llorar escribiendo esta carta, porque todas las cosas que vi en su infancia años atrás, hoy las puedo ver desde un lugar privilegiado. Sos más de lo que me imagine en ese tiempo. Mi mente finita no tuvo el alcance para medir tanto.
Hay muchas veces donde no me cabe en la cabeza que no haya nadie que vea las cosas que a mí solo me tomaron días ver. Honestamente, me siento privilegiado de poder verlas. Sabía que ahí estaban, pero nunca me imaginé que me las ibas a compartir. Cada vez te admiro más, y cada vez – a la manera que pueda – quiero ayudarte. Como dije en otra carta, tengo un deseo por protegerte que no puedo explicar. No por sentimientos de culpa, simplemente porque quiero. En verdad, yo no sé a donde vaya a parar todo esto. No puedo negar que este es un pensamiento que me visita al menos una vez al día. No lo ignoro, simplemente le puse una ficha y un número que esta como en el mil algo. ¿Por qué? Porque hay mil cosas que quiero hacer con vos, no sé, tal vez más, por eso le di la ficha # 1992 y apenas vamos por la numero #3, y solo se llama una ficha cada 2 meses… jajajaja.
Cuando pienso en que nos vamos a ver, me lleno de niervos, por vos, por la situación, por mi situación, por muchas cosas. También me emociono muchísimo, hay veces que no si estoy más emocionado que nervioso, lo único que tengo claro es que te quiero ver. No puedo evitar pensar que esto es como la historia de “Amor en Tiempos de Colera”. A ellos les tomo una vida entera estar juntos. Yo no se si a nosotros se nos presente esa oportunidad, no sé cómo ni cuándo. Mientras se presenta ese momento, por ahora lo único que quiero es disfrutar a esa mujer que vi con un gran potencial cuando niña. Me siento como si hace años fui a una ciudad que no conocía y visité un jardín. En ese jardín vi un capullo y me imaginé que por el tamaño iba a ser una flor preciosa. Me imagine los tonos de sus colores, la forma de sus pétalos, el número de sus pétalos, el aroma que expiraría, como se abriría ante el sol y como se cerraría ante la luna. Por razones conocidas, no pude volver a esa extraña ciudad y no pude ver como floreció la flor. Pensé que nunca lo iba a ver, pero pasa que alguien muy especial me dijo “yo te llevo la flor” … Aquí la estoy esperando… ansiosamente.
Esta es la orden del día.
Tu amor, quien te espera…
Te amo.
Respuesta de ella
Ay, Florentino Ariza… Si supieras cuanto te he amado siempre.
Tu a mí me encantas, me fascinas, me haces arder estando lejos y solo me imagino cuando estés cerca, me gustan muchas cosas tuyas, tus ojos, tu sonrisa, ¡me encantan tus carcajadas! Me encantas tú. Y lo tuyo no son sólo los genes, es todo… Desde lo que has vivido, hasta como te has levantado, tu tierna forma de ser y hacer las cosas y muchas otras más.
Pienso que ocho años es mucho tiempo. A veces lo veo de esta forma… Si el precio para moldearnos con la vida, personas, experiencias y etc., fueron 8 años, me pregunto si algo así será similar o más para poder irnos a Japón o poder que de viejitos me estes contando todas mis historias, no lo pienso que sea en menor tiempo, no sé porque… Debe ser por todos los dilemas que existen y que a través de los años, tal vez, los dilemas no se han hecho menos sino más. O tal vez nunca pase nada más que esto. Pero bueno son suposiciones.
¡Siento haberte tratado con “desprecio” las 2 veces que trataste de acercarte a mí, luego me arrepentí porque en cierta etapa de mi vida te necesité MUCHO! Pero son cosas que tenían que pasar supongo para hoy estar donde estamos y estas mismas cosas que vivimos ahora para llevarnos a donde vamos… Para donde no se, solo dejo que todo fluya y te amo y te disfruto mientras eso pasa.
¡Me gusta como describes mis cambios a veces siento que me conoces mucho!, claro que te acordás de mí y de mis ojos porque desde adolescente he estado tragada de vos, obvio mis ojos brillan por ti desde hace mucho y tal vez disimuladamente te pedían que me amaras, pero con todo lo que hablamos allá, era algo que definitivamente no iba a salir de mi boca.
¡Del paso de los años agradezco en gran parte el madurar y crecer (en edad obvio) … Puedo tomar mis propias decisiones y puedo verte! Esto de ir, viajar… No sabes cuanto me alegra el saber que tendremos un espacio nuestro, en el que nos podamos abrazar, besar, acariciar, ¡que me puedas coger una mano o cogerme a mí! Me gusta todo eso.
Yo pienso que tú eres el amor de mi vida, solo que nacimos con muchas barreras “necesarias” y tal vez por eso tú ves todas esas cosas en mí, en mi ser, en mi forma, en todo, porque nosotros no hemos compartido mucho y es muy intenso. UNA, DE DOS: o ya no nos soportaríamos o esto mejor dicho seria más lindo de lo que ya es, porque todo lo que está en imaginación estaría en hechos. Eso es como una teoría mía y creo más en la segunda, porque me aceptas tal cual soy y yo te acepto a ti.
También estoy nerviosa por verte, quiero con ansias que llegue ese día.
Yo quiero ser tu flor y que me cuides siempre, quiero ser tu Fermina, quiero ser tu niña linda, tu muñeca, yo quiero ser tu amor.
Su amigo está cantando: acariciarme…
Te amo.