Por el momento esto es todo lo que puedo decir. Mis circunstancias en este momento no son las mejores, pero puedo decirte que a pesar de todo lo que pasa, ha pasado y pasara, he amado, amo y amare por siempre a tu mamá. Este amor nació en mí ya hace 15 años. Hoy hace 15 años, bese por primera vez los labios vírgenes de tu madre. Me le robe un beso a la niña más linda y care muñeca que había visto hasta ese entonces. Puedo decirte que cuando la vi, algo entro en mí. Recuerdo vivamente su pelo crespo y negro, su blusa negra y shorts blancos. Recuerdo claramente la forma en la que estaba recostada al marco de la puerta y de lo bello de sus pecas y ojos miel. Su mirada se quedó grabada en mi mente, y hoy 15 años después, habiendo vivido y pasado todo lo que he pasado, Pino Chita, sigo amando a tu mamá con la misma intensidad del primer día.
Desafortunadamente, a pesar de que tan bello sentimiento vive en mí, hoy soy un vaso roto. Contengo en mi tan grande amor, que se riega y parece no cesar sino hasta el final de mis días. Aun así, no este con ella, le pido a Dios que la guarde y la bendiga. Aunque lo mejor sea no estar juntos, la amo. Ya sabrá Dios porque sembró en mi tan grande amor en mi corazón. Ella nunca lo mantuvo y más sin embargo siempre vivió en mí. Ahora lo que me queda por hacer, es amarte a ti y mostrarte la belleza de tal sentimiento, y mostrarte esa parte de mí, que solo ven las personas a las que amo.